Ay la niña hermosa como un torbellino
Sirenita con sus encajes de lino
zapatitos con tacones de madera
De tus sueños mi presencia se apodera
Lucia la hija de un amor que lanza , una promesa al tiempo de la mudanza
En este mundo se extinguen los amores
los botones se mueren sin dar sus flores
Pienso y miro el agua que fue cristalina, tus pasitos de esperanza me reaniman.
SON DE MADERA
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1 comentario:
aquella que del mar vino, contestando mensaje en botella de un náufrago de la red que andaba más que perdido.
acaso más como ella, pero ya casi no hay gente que quiera escuchar, o leer, o acercarse.
te agradezco el encuentro contestando esta canción con el fragmento de un poema (como tú, con pizarnik):
Somos el vano río prefijado,
rumbo a su mar. La sombra lo ha cercado.
Todo nos dijo adiós, todo se aleja.
La memoria no acuña su moneda.
Y sin embargo hay algo que se queda
y sin embargo hay algo que se queja.
SALUDOS
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