jueves, 24 de marzo de 2011

Desde en la mañana te estuve esperando ayer


"Las palabras no pueden aliviar, los pañuelos ya no enjuagan"
Arseni Tarkovsky

Un hombre viejo espera a su hijo en su habitación para decirle que lo ama.
Una mujer prepara pacientemente café en la cocina.
Se hace tarde.
El viejo da vueltas en la habitación esperando su llegada.
El ruido de la cafetera se hace cada vez más fuerte.
El tiempo sigue avanzando. Se ha hecho de noche.
El viejo se ha quedado dormido esperando.
La mujer termina de tomar su café, apaga las luces y se sube a dormir.
Falta poco para el amanecer.
Suena el teléfono varias veces.
El viejo despierta exaltado, se da cuenta del tiempo.
Su hijo no ha llegado.
El ruido del teléfono despierta a la mujer.
El hombre se apresura a contestar.
La mujer se acerca a él para escuchar la conversación.
Los dos se miran a los ojos.
Ya es tarde.
Ningún otro día sería igual.
El rostro del hombre se torna pálido.
La mujer lo abraza con dolor.
Los meses han pasado.
Los dos se ven a los ojos y descubren que no tienen sueño.
Se escucha el silencio de la casa.
El viejo tiene cuidado de no desordenar la habitación de su hijo.
Aun lo espera para decirle que lo ama.
Sale de la habitación, cierra la puerta y gira la llave.
El hombre y la mujer se miran.
Las palabras no pueden aliviar; los pañuelos ya no enjuagan.

Noviembre 2001



miércoles, 16 de marzo de 2011

Un descanso

Sólo hablando de este mes
tanta gente querida primero la tía Clema, luego la tía Amalia
Días después Don Cuau, hoy mi tía Paty
También Japón y Rita Guerrero
Citando a mi amiga Valeria:
" Ya, por favor que la muerte se tome un descanso y nos deje tranquilos una temporada, por favor."