miércoles, 2 de febrero de 2011

Cadáver exquisito

Ven conmigo podemos zarpar mañana a media tarde cuando empiecen los rezos en la mezquita y explorar juntos los oceanos.Oceanos, de toronjas, de jugos cítricos. y yo nadando en ellos.mis dedos quedan pegajosos. Es cierto te dije, algunos son pegajosos pero sabias que existen más de 1000000 toneladas de toda clase de diferentes criaturas en las obscuras profundidades del mar? mucho más interesante que el espacio!tu me miraste por un largo rato en silencio. Seguro habrá silencio por tres meses antes de conocerte, el de tu rostro como la cara oculta de un satélite.Y justo es así como me siento, como un cuerpo celeste que orbita alrededor de otro pero el otro siempre está ausente. Y hacer presente al ausente es imaginarte.
En todos los rostros.En todas las voces que a lo lejos son murmullos indecifrables, como un código secreto. A la mañana siguiente me levante muy temprano, abrí la ventana y mire al sol despertar, sus primeros rayos acariciaron suavemente mi rostro, a lo lejos la mezquita azul y el bosforo, siempre el bosforo, de oleaje suave y sereno. Y el eco distante de un sereno como yo, vagando por la noche
gritando una solitaria letanía.

Las pistas para este cadáver:

1. Oceanos
3. Silencio
5. Ausente
7. Sereno