Soy una oruga,
una larva nocturna queriendo transformarse en mariposa diurna,
queriendo cambiar de piel.
Me canse de caminar lentamente, de ir mirando hacia atrás.
Árboles heridos.
Caen las gotas de lluvia sobre mi cuerpo desierto.
Fragmentos de palabras poco a poco van formando mis primeras frases a manera de alas.
Sigo teniendo sed,
avanzo con cautela en sueños esperando volar cuando recién salga el sol.
Ya son varias noches interminables,
al amanecer sigo allí sin abandonar la crisálida,
inmóvil
atenta observo y escucho mi Metamorfosis.
